Este fue un descubrimiento casual, esos que hacen que cada vez que me pierdo valga la pena haberlo hecho, la panadería italiana La Pompeya está ubicada en Av. Independencia 1912 y es como entrar a un túnel del tiempo, lo juro.
Olvídense de las panaderías modernas, lugares también encantadores, aquí lo que cuenta es el producto terminado y las ganas que tenga uno de volver a probarlo. Volví a casa con un paquete de "fressas", así las llamaba mi abuelo, a ese pan duro que condimentaba y apenas remojaba con unas gotas de agua y aceite de oliva.
Originario de la Puglia, este pan duro básico que puede conservarse por meses, supo ser una comida de lujo en la posguerra. Advertencia: esta es la forma en la que se preparaba en mi familia, la forma tradicional incluye pasa cada disco por agua, agregarle aceite de oliva, tomates cortados y albahaca. No me convence que el pan quede tan mojado por lo cual me quedo con la versión crocante que muestro a continuación. En breve intentaré aprender a hacerlas.
Versión Faragasso:
1) Frotar con un ajo la frisella.
2) Mojarla con agua utilizando un vaso y la punta de los dedos. Toda la superficie tiene que quedar húmeda.
3) Agregar pimentón, orégano, aceite de oliva y sal a gusto.
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